Cuando un paciente se encuentra en estado crítico y su partida es inevitable, decimos que atraviesa una etapa terminal. Desde el momento en que se conoce tal noticia, él y su familia deben prepararse física, emocional y espiritualmente para afrontar lo que viene a ser la etapa final de la vida.
Los cuidados paliativos de la enfermería contemplan estas variables con mucho tacto y tino, cuidando la comunicación y procurando el alivio para todos los involucrados, más aún si se realiza en el domicilio, que es donde suelen estar los pacientes que mayores y más delicadas atenciones requieren. La responsabilidad en cada suministro del tratamiento requiere una profunda concientización, acercamiento y empatía con el enfermo.
Sólo así puede dársele un trato de calidad en este trayecto. Por ello en Mi Enfermera tenemos la política de la “Despedida con calidad de vida” y defendemos la vida y la salud hasta el último instante.
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